Oh, piensa en el fuego eterno!
Actualizado: 11 may
"¡Éstos irán al castigo eterno!" Mateo 25:46
¿QUIÉN irá al castigo eterno?
Todo incrédulo.
Cada alma que deja este mundo sin un nuevo nacimiento.
Todo aquel que no ama sinceramente a Cristo.
Todo aquel que no conozca experimentalmente a Dios.
Todo aquel que no obedezca prácticamente las enseñanzas de nuestro Señor Jesús.
Toda persona sin oración.
Toda persona inmoral.
Todo aquel que vive y muere enemigo de Dios.
"¡Éstos irán al castigo eterno!"
Ser alejados de Dios para siempre.
Morar con los demonios y las almas condenadas.
Ser encerrados en la prisión de la justicia divina.
Sufrir directamente la ira de Dios.
Soportar los latigazos de una conciencia iluminada.
Ser azotado con las reflexiones más amargas.
Ser atormentados por Satanás, que ahora los engaña y extravía.
A llenarse de negra desesperación.
Ser sumergidos en un lago de fuego y azufre.
Ser castigados en cada facultad del alma, en cada sentido y en cada miembro del cuerpo.
¿Pero cuánto tiempo durará este castigo?
Para siempre. Porque es un CASTIGO ETERNO.
Tiene que ser así, porque el PECADO, que es la causa del castigo, continuará. El castigo nunca ha convertido un alma a Dios todavía, y nunca lo hará. Los castigados seguirán pecando, y el pecado requerirá la continuación del castigo.
Debe ser eterno, porque DIOS que castiga es eterno. Él es el Dios eterno.
Él vivirá para siempre, y mientras viva odiará el pecado; y
mientras odie el pecado, castigará al pecador condenado.
Debe ser eterno, pues el GUSANO que inflige la parte más exquisita del castigo lo es. "Su gusano nunca muere, y el fuego nunca se apaga". La conciencia vivirá siempre, y el fuego arderá para siempre.
Debe ser eterno, pues .
las CADENAS que los atan son eternas (Judas 6);
la PRISIÓN es la negrura de las tinieblas para siempre (Judas 13); y
el CASTIGO es la venganza del fuego eterno (Judas 7).
Debe ser eterno, porque la SENTENCIA lo es. No puede ser revocada, porque es justa. Condena a todo pecador impenitente a apartarse de Dios, de la esperanza, de la facilidad, de la felicidad, del cielo, y a ir "al fuego eterno".
Querido lector, ¡piensa en estas cosas!
¡Oh, piensa en el fuego eterno!
Piensa en la desesperación sin esperanza.
Y piensa que ahora puedes escapar de ellas, pues Jesús puede salvarte. Mira, mira entonces a Jesús. Vuela, vuela en este momento a Sus brazos. Caigan, caigan a Sus pies, y busquen y obtengan la vida eterna. Pero si no lo haces, te aseguro que ciertamente perecerás, y perecerás justamente.
