top of page

Oración diaria (por Spurgeon)



¡Señor, purifícanos! Tú has perdonado; ahora purifica, hasta que todo pecado sea destruido dentro de nuestros corazones. Oremos, escucha las oraciones de tus hijos que también piden fuerza y ayuda en su tiempo de necesidad. Oh Espíritu de Dios, ayuda a nuestras debilidades. Si estamos agobiados por una carga de dolor; si estamos en perplejidad y no sabemos qué hacer; si somos calumniados y perseguidos; si de alguna manera se nos hace sentir el peso de la cruz, ayúdanos, te lo pedimos.


No permitas que nuestra debilidad se tambalee por la parte de nuestro estado que está bajo el título de tribulación. Que nos alegremos más bien de las debilidades, porque el poder de Dios reposa sobre nosotros; y que nos gloriemos también de las tribulaciones, porque éstas obran en nosotros, por tu buen Espíritu, toda clase de santas gracias para tu gloria.


Amén.


Verso del día (Comentario de Spurgeon)


"El Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, él mismo os restaurará, establecerá, fortalecerá y sostendrá después de que hayáis sufrido un poco de tiempo". (1 Pedro 5:10)


Debe ser después de haber sufrido un tiempo. No puedes ser perfeccionado sino por el fuego. No hay manera de librarte de tu escoria y de tu estaño sino mediante las llamas del horno de la aflicción. Vuestra locura está tan ligada a vuestros corazones, hijos de Dios, que nada más que la vara puede sacarla de vosotros. Es a través de la blancura de vuestras heridas que vuestro corazón se hace mejor. Debéis pasar por la tribulación para que, por medio del Espíritu, os sirva de fuego refinador, para que, puros, santos, purificados y lavados, podáis estar ante el rostro de vuestro Dios, libres de toda imperfección y liberados de toda corrupción interior.

Dios todopoderoso, nuestro Padre celestial, míranos con gracia mientras esperamos a tus pies. Nos has dado muchas invitaciones para venir a Ti. Nos has invitado...

 

  a venir con nuestros pecados,

 

  a venir con nuestros problemas,

 

  a venir con nuestros errores,

 

  a venir con nuestras preocupaciones,

 

  a venir con nuestras penas.


Nos has dicho que vengamos en todo momento, que

 

  nunca seremos mal recibidos,

 

  nunca seremos rechazados, y

 

  nunca te encontraremos demasiado ocupado para escucharnos.


Nos has prometido...

 

  misericordia por nuestros pecados,

 

  consuelo para nuestras penas,

 

  fuerza para nuestros deberes, y

 

  sabiduría para nuestra ignorancia,

cuando acudimos a Ti.

Te agradecemos todas estas preciosas invitaciones y seguridades.


¿Qué haríamos, oh Dios, si no pudiéramos acudir así a Ti? ¿A quién más podríamos acudir? No hay otro en todo el universo que pueda ayudarnos, como debemos ser ayudados. Nuestros corazones están llenos de alabanza y regocijo por poder acudir a Ti. No hay nada que no podamos traerte, nada demasiado pequeño ni demasiado grande. Te agradecemos que seamos tan bendecidos, que tengamos todo tu amor y gracia divina para ayudarnos en nuestros momentos de necesidad. No necesitamos ninguna otra ayuda, sino la Tuya. Venimos ahora con todas nuestras cargas.


Tenemos muchos pecados. Estas son nuestras peores cargas. Nos hundirán en la desesperación eterna, a menos que encontremos ayuda. Te agradecemos que el Señor Jesús pagó por nuestros pecados y los cargó. En su nombre, dependiendo de su expiación, venimos con nuestros pecados.


Tenemos otras necesidades.

No somos lo suficientemente fuertes para el deber.

No podemos enfrentarnos al mundo que nos atrapa y al poder de Satanás.

No tenemos sabiduría para los problemas de la vida, sus deberes, sus responsabilidades.

Necesitamos fuerza,

necesitamos sabiduría,

necesitamos gracia

¡--para cada momento!


Por eso acudimos a Ti, Padre nuestro, como tus hijos redimidos.

Recíbenos, bendícenos, guárdanos, ayúdanos.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


"Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia, para recibir misericordia y hallar gracia que nos ayude en nuestro momento de necesidad". Hebreos 4:16





48 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Nuestro mundo está cambiando constantemente, pero las Escrituras nos recuerdan que nuestra esperanza en Dios nunca cambia. Esta semana, experimenta la esperanza eterna que tenemos en Dios con contenid

Hermanos queridos. Para recibir audiolibros cristianos gratuitos, videos y cuentos cristanos por favor subscribanse a este canal https://youtube.com/@cristoestodo?si=PGlYagmLEK3IspYm hasta ahora somos

bottom of page